Tominaga Nakamoto destacó como un profundo amante de las palabras y un referente intelectual que analizó con rigor la sociedad japonesa de su tiempo. Perteneciente a una familia distinguida, inició su formación académica en una escuela privada a los nueve años. Como filólogo y filósofo, su vida transcurrió durante el periodo Edo o Tokugawa (1603-1868), una era conocida por su riqueza económica y cultural. En ese contexto, Japón logró consolidar su desarrollo social, estableciendo bases sólidas para su prosperidad y dando origen a tradiciones emblemáticas como la ceremonia del té, la pintura Ukiyo-e, la lírica del haikú y el teatro Kabuki.

La capacidad de Tominaga para vincularse con el racionalismo —filosofía que privilegia el valor de la razón en la adquisición del conocimiento— es testimonio de su excepcional erudición. Hijo de Yoshiharu Tominaga Domyojiya, respetado empresario japonés, dejó un legado intelectual que, a pesar de su corta vida, sigue destacando por su originalidad.

Inspirada en el pensamiento de este notable filólogo y en los valores tradicionales de la cultura japonesa —libertad de pensamiento, persistencia y paciencia—, la Universidad Tominaga Nakamoto promueve el desarrollo del espíritu colaborativo entre sus estudiantes. De esta filosofía se desprenden los valores fundamentales que guían a nuestra institución: Conciencia Social, Compromiso, Honestidad, Libertad, Justicia y Lealtad.

Historia del Japón a través de cinco encuentros con México, maestra Tokiyo Tanaka Nishiwaki, UNAM.